Decía Carl Sagan que la única forma de evitar el fin del mundo era establecernos en otro planeta cuanto antes: “convertirnos en una especie interplanetaria”. Lo que parecía hace unos años un cuento de ciencia ficción –para muchos los seguirá siendo- es un plan cada vez más cercano. La pregunta central ya no es si tenemos la tecnología para ir (ya la tenemos) sino cómo de viable es sobrevivir ahí sin depender de la Tierra. Informe de Abraham Verduga sobre los planes que se adelantan para terraformar el planeta rojo.
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