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Entrevista a Carlos Rabascall (Ecuador)

Entrevista a: Carlos Rabascall, candidato a la Presidencia de Ecuador “Tenemos que empezar a adoptar políticas en lo económico que nos garantice los recursos para poder atender la crisis”

“Le diría a la banca nacional que traiga los dólares que se llevaron” Sobre su niñez y formación Yo nací sin una pierna producto de la Talidomida, que era un fármaco que le recetaban a las madres que estaban embarazadas, y mis hermanos me enseñaron desde chico a ser autosuficiente, a ser autónomo, igual mi madre y mi padre. En el colegio que yo estudié, San José La Salle, mi madre fue a hablar con los directores del para pedirles que le exijan a su hijo aún más de lo que le exigían a todo el mundo. Si hay algo que aprendimos en el colegio San José La Salle fue la preocupación social. Nosotros venimos de una familia de clase media que le costó salir adelante, y más aun con un hijo con una discapacidad que en la cotidianidad de la vida le representaba un esfuerzo económico también. Ese despertar y esa visión de responsabilidad social cuando entré a la Universidad (UCSG) se complementó con mi formación profesional (Ingeniero Comercial). Sobre su relación con Rafael Correa Con Rafael tenemos algunas coincidencias de vida en términos de ubicación porque vivíamos en el mismo barrio. Luego compartimos la escuela, el mismo colegio y luego en la Universidad. Hemos tenido coincidencias y no coincidencias, pero conocemos nuestras esencias y nos respetamos mutuamente y hemos sabido procesar  esas diferencias con altura. Creo que eso se vio reflejado cuando ejercí el periodismo; quedaron grabadas las entrevistas donde se puede observar que no hubo concesiones ni de él hacia mí, ni de mí hacia él, como debe corresponder en el ejercicio periodístico.

Sobre su salto al periodismo y luego a la política. Yo siempre me hice una pregunta y es qué rol quiero jugar en la vida. Y así me fui desarrollando en mi carrera profesional y luego, cuando llego al periodismo, con mayor razón porque con este espíritu de cuestionamiento que mi padre me enseñó yo veía que en los programas de opinión y de entrevistas el protagonista no era el invitado, y peor la temática del debate, entonces me planteé la necesidad de convertirme en un facilitador, en un intermediario entre la colectividad y el analista que comparte sus ideas. Decidí hacer un periodismo pluralista, responsable y equilibrado, y eso fue despertando en mí, durante los quince años que fui ejerciendo el  periodismo, más responsabilidad social, más aún cuando vienes de un país donde hay mucha concentración de riqueza y siempre eso me llamó la atención. Me quise desmarcar de esa injusticia social y eso me lleva ahora, luego de dejar el periodismo y tras ver cómo la política se ha deteriorado, a pensar en la política. Me pregunte ¿por qué no? Uno va cumpliendo etapas en la vida, este año cumplo 60 años, y no quiero dejar de respirar sin haber dejado algún tipo de contribución en el desarrollo de mi país. Sobre crisis sanitaria y económica en Ecuador Los problemas en el Ecuador vienen desde el 2018, el país venía creciendo luego del terremoto (2015) entre un 2.8% y 3%. Después del terremoto en la provincia de Manabí y Esmeraldas que afectó mucho la economía del país, el Ecuador no paralizó sus cadenas internas y veníamos recuperándonos. Eso se dio por una sencilla razón: por la inversión pública que sustituyó a la ausente inversión privada que en el Ecuador nunca se enganchó a una visión de desarrollo. Ese gasto público, como lo llaman algunos, fue a la economía real; no fue a alimentar a una economía de capital financiero. Ahí está la diferencia entre los dos modelos, un modelo de desarrollo social basado en la economía solidaria sustentando en la redistribución de recursos, y un modelo de crecimiento corporativo del capital basado en la especulación y la concentración. Hoy se actualiza la necesidad de debatirlos. Ganó el gobierno (Lenín Moreno) con la propuesta que abanderó el primero de los modelos, pero el actual Presidente de la República migró hacia un modelo de crecimiento corporativo de capital financiero y es lo que estamos viviendo. Se concentra en la reducción del déficit fiscal y descuida la economía interna. Al gobierno hay que decirle que revise el mapa del continente americano, incluyendo Estados Unidos, y todos tenemos déficit fiscal. La gran diferencia es que otros países como Colombia y Perú, sí incorporan los recursos a la economía real y nosotros nos hemos quedado. Este gobierno ha generado de forma consciente una recesión económica que nos toma en medio del coronavirus, y antes con la reducción del precio del petróleo que hoy está por debajo del coste de producción. Hay una crisis que va a ser tremenda y el mundo no volverá a ser igual, vamos a tener que repensar todas las naciones los modelos de producción, el tipo de economía que queremos. Eso me motiva aún más en mi decisión (de postularse a la Presidencia de la República) porque yo no puedo permitir que se continúe con este modelo del crecimiento corporativo del capital financiero para que nos hunda más, yo no soy de los que se inmovilizan, quiero sacar el país adelante. La personalidad y el carácter de una nación se forja cuando esa nación está en crisis, y hoy tenemos que aprovechar esta crisis y verla como una oportunidad para crear un Estado viable y sostenible en el tiempo, pensando en el ser humano por encima del capital. El capital es solo una herramienta. Sobre el pago de deuda externa en tiempos de crisis Las obligaciones hay que honrarlas, pero el problema aquí no es querer pagar, el problema aquí es que no podemos pagar. ¿Por qué Alberto Fernández tuvo el liderazgo, la convicción, y sobre todo la sintonía con el ser humano de decir a los señores del Fondo Monetario Internacional (FMI), a los tenedores privados de la deuda externa, no puedo pagarles porque tengo que atender a mi pueblo y si les pago mi país no es viable? El mismo FMI le ha dicho a los tenedores que a la Argentina hay que brindarle un espacio para una condonación parcial de la deuda. ¡Eso es liderazgo, eso es sentido de pertenencia de un país, eso es priorizar la vida, pero resulta que acá (en Ecuador) se privilegió la deuda! Mi propuesta era no pagar la deuda, suspender su pago temporal, reestructurar y solicitar una condonación, pero esta gente (el gobierno) decidió pagar. Ni siquiera lo hicieron al valor del mercado internacional, que estaba al 35%, lo pagaron al valor nominal. Uno se pregunta si aquí hay un problema de prioridad o un tema de interés. ¿A quién están beneficiando? Es obvio y evidente que se trató de beneficiar a tenedores de la deuda y no a los 16 millones de ecuatorianos, y eso a mi me indigna. Estamos sufriendo las consecuencias de no tener los recursos para atender la crisis sanitaria.

Sobre sus propuestas para enfrentar la crisis Para poder atender la crisis lo primero son los recursos, sin recursos no vamos a poder enfrentarla, yo trabajaría en dos frentes: la atención de la crisis sanitaria, pero también la atención en la economía para garantizar y liberar recursos. Somos un país dolarizado, se hace necesario aplicar una política de salvaguardias para poder proteger la liquidez de los ecuatorianos y poder controlar las importaciones y la salida de divisas, porque las necesitamos acá. Decirle a la banca nacional que traigan los dólares que se llevaron durante este gobierno para colocarlos afuera. Una tercera medida es liberar al Banco Central para garantizar el acceso a crédito interno, lo necesitamos. Con el riesgo país… ¿a qué tasa de interés vamos a seguir solicitando créditos afuera? Debemos ser prácticos, tenemos una crisis que atender. Luego le diría a los mismos bancos que no son solidarios con lo que está pasando, no fueron solidarios antes y ahora son aún peores, hay que decirles que tienen que bajar las tasas de interés porque de esa manera podremos reestructurar todos los pasivos internos de las personas naturales y de las empresas; para poder facilitar la producción; para inyectar capital de trabajo; para que la economía no se paralice porque necesitamos seguir generando recursos. Adicionalmente, hay 270 grupos económicos en Ecuador, que tienen 43 mil millones de dólares de promedio, solo el 1% nos representaría 430 millones de dólares de recaudación; es decir, tenemos que empezar a adoptar políticas en lo económico que nos garantice los recursos para poder atender la crisis. Debemos también darle tranquilidad a las víctimas de esta pandemia, a las que se les obliga a pagar todas sus cuentas sin que puedan producir ni cobrar, ¿cómo pueden vivir tranquilos? Necesitamos darle tranquilidad al pueblo ecuatoriano para que pueda salir de la crisis; debemos garantizar una renta universal solidaria a los trabajadores autónomos; a los desempleados; a aquellos que están dentro del umbral de la pobreza. Tenemos una gran informalidad, 6 de cada 10 ecuatorianos no tienen trabajo ni ingresos seguros, es a ellos que debemos atenderlos para que tengan la tranquilidad de quedarse en casa. Para que la campaña de quedarse en casa funcione de verdad, ya que ahora no está acorde con las necesidades, angustias y desesperanza de los ecuatorianos. Por último, debemos garantizar la seguridad alimentaria en los barrios urbano marginales de todo el Ecuador, donde están lo umbrales de pobreza, para que no salgan a lo mercados donde existen aglomeraciones y riesgo de contagios. El Estado de excepción es para pensar inteligentemente, para sectorizar las ciudades y que la Fuerzas Armadas lleven los alimentos que deben provenir de la economía popular y solidaria, que debe recibir inyección de recursos.

Sobre la compleja situación en Guayaquil En Guayaquil los fallecidos representan el 70% del total del país, esta cifra es alarmante. Que del universo de fallecidos el 70% sean de la provincia del Guayas evidencia que no hubo liderazgo en la toma de decisiones. No hubo liderazgos que se anticipen a la crisis como ocurrió en Argentina. Si se hubiera tomado en cuenta la realidad de Guayaquil, se habría podido anticipar que cuando se produce esta crisis, en plena época invernal, coincide con las vacaciones escolares en la costa ecuatoriana, y que la clase media guayaquileña viaja a Europa y a EEUU en estas fechas. Adicionalmente, hay que tomar en cuenta que la principal afectación de la crisis financiera del año 1999 (feriado bancario) estuvo en Guayaquil; por lo tanto, muchos migrantes que salieron del país regresan a Guayaquil en esta época del año y entonces muchas personas llegaron a la ciudad contagiados. ¿Por que no se previó eso y se adoptaron las políticas estratégicas de prevención para frenar estos crecimientos acelerados de contagios? Mezclar campaña políticas como la del Vicepresidente (Otto Sonnenholzner), quien está construyendo su imagen en medio de toda esta crisis, genera más incertidumbre e indignación, más aún en un gobierno con un 4% de credibilidad.

Datos más íntimos Tan pronto le preguntamos sobre el equipo de sus amores, el Emelec de Guayaquil, entonó una barra conocida: “Y ya lo ve, y ya lo ve, es el equipo de Emelec”. Dice que es emelecista porque “eso viene de familia”. “Mis hermanos, que eran fanáticos del fútbol, me enseñaron a tapar. Y como arquero uno va buscando referentes y el mío estaba en el Emelec… Era Eduardo, el “nato” García, con el que luego coincidí, por esas cosas que da la vida, en la dirección del equipo. Eso fue haciendo que yo siga el Emelec y que sienta un profundo amor por él. Nos confesó también que antes que el encebollado prefiere un “buen seco de pollo”, plato típico de la Costa. Definió así a: Julio Jaramillo: Ícono de la música ecuatoriana que trascendió fronteras. Alberto Fernández: La esperanza latinoamericana. Palacio de Carondelet: Un gran reto al cual hay que ponerle el rostro de la gente. América Latina: Patria grande que merece otra realidad. Papa Francisco: Un arzobispo, que le enseñó a la humanidad entera, y especialmente a la Argentina, que hay que armar ruido y lío para aprender lo que es la solidaridad humana. Messi: Un monstruo futbolístico y gran persona. Jaime Nebot: Un político en ocaso. Eloy Alfaro: Revolucionario que le dio dignidad a un pueblo y especialmente a las mujeres. Ana María (su esposa): Mi amor y mi bendición. Ecuador: Mi pasión, mi ilusión y mi gran reto.

Se despidió con un mensaje:“Toda crisis nos brinda una oportunidad, cuidado la desperdiciamos porque uno de los recursos no renovables es el tiempo, y hoy tenemos que hacer de Latinoamérica, y de la Patria Grande, una realidad. Basta ya de egoísmos ideológicos irracionales y comencemos a ver a la integración desde el verdadero desarrollo. Hoy nos hubiera servido mucho Unasur para enfrentar esta crisis”.

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