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Entrevista a Irene Montero, Ministra de Igualdad del gobierno español

IRENE MONTERO, Ministra de Igualdad de España.

“El ejemplo de Argentina nos demuestra que sí se pueden construir alternativas y formas de organización social que no dejen a nadie detrás.”

Sobre la crisis mundial del coronavirus

La crisis del coronavirus ha puesto de manifiesto las necesidades estructurales que deben cambiar con urgencia para que la vida esté en el centro de la acción política, para que lo común y los servicios públicos sean el eje que vertebra las sociedades.

Siento mucha preocupación y mucha responsabilidad porque entiendo que nuestras decisiones tienen que servir para salvar vidas, frenar la emergencia sanitaria cuanto antes y para cuidar a quienes nos están cuidando en la primera línea de batalla.

Pese a las restricciones de movilidad y el confinamiento obligatorio, en España en este momento siguen funcionando servicios esenciales desde el ámbito sanitario, la atención a víctimas de violencia machista hasta los reponedores en los supermercados.

Es un momento en el que tenemos que tomar decisiones políticas que son urgentes con muy poco tiempo de margen para cumplir el objetivo prioritario.

Cuando pase esa situación de emergencia no se puede olvidar que atender esta crisis ha conllevado dificultades para mucha gente y por tanto hay que construir un escudo social muy potente, prohibiendo los desahucios, los despidos por el COVID-19, facilitando vías a las empresas para que puedan suspender su actividad temporalmente y luego retomarla sin que eso produzca una destrucción fuerte de empleos, prohibir los cortes de suministros.

Yo lo he pasado con síntomas leves. Hace muchos días que ya no tengo síntomas, pero estoy esperando que de negativo porque sigo portando el virus con lo cual todavía contagio a pesar de no tener síntomas.

Sobre nuevos sentidos comunes después del coronavirus

Después de esta emergencia creo que a nivel mundial va a haber un debate de profundo calado sobre qué es lo que vertebra la sociedad.

El sistema de cuidados ha quedado al desnudo en la mayoría de países. Por ejemplo, en España si no hay colegios -como un espacio habitado por niños y niñas durante una jornada extensa- se desordena todo el sistema de la producción y organización porque aquí padres ni madres pueden ir trabajar.

Sin las tareas relacionados con cuidados como trabajadoras del hogar, residencias, etc, el mundo literalmente se detiene.

La vida tiene que estar en el centro. Una sociedad no es democrática si no garantiza los derechos humanos para todas las personas, y eso ya lo decía el feminismo.

Nuestra propuesta es la de fortalecer lo común, desarrollar el sistema de salud, las alianzas, etc.

Las tareas de cuidados tienen que dejar de ser invisibles en la sociedad. Aunque nadie lo tiene en cuenta, ahí está alguien que plancha, cuida, hace la comida etc., y forma parte de la riqueza del país.

La otra respuesta es la autoritaria sin ninguna preocupación por la destrucción social como la de Bolsonaro o Trump con planteamientos muy similares básicamente de “sálvese quien pueda”. En España esa figura es la de VOX que propone que lo público sea muy pequeño y privilegiar normalmente a los grandes multimillonarios que se van haciendo más y más poderosos y ricos a costa de una mayoría social más empobrecida.

En el contexto de esta crisis, VOX ha llegado a proponer que no se atienda a minorías vulnerables y que ellos se paguen su atención sanitaria.

En esta crisis, esas dos respuestas, esos dos modelos, que se estaban poniendo encima de la mesa para resolver los problemas que nos aquejan, como el cambio climático, ahora ha quedado claro con mucha crudeza.

La importancia del cuidado de nuestro planeta también se ha puesto de manifiesto y lo vemos reflejado en cómo bajan los niveles de contaminación.

Todas estas cuestiones a partir de esta crisis están poniendo en evidencia que estos dos modelos de formas de entender nuestra sociedad y yo creo que debemos apostar por aquel que dice que sólo en común somos capaces de salvaguardas lo más valioso que tenemos que es nuestra vida y la dignidad de nuestros derechos.

Sobre desigualdad y feminismo

Esta crisis ha dejado al descubierto no solo desigualdades estructurales sino también algo muy importante y es como esas desigualdades incluyen al género.

Sí hay feminización de la pobreza, de los cuidados, la sobrecarga que las mujeres tenemos en momentos como este de confinamiento., la violencia machista.

En España lo hemos tenido muy claro y estoy muy orgullosa que hayamos propuesto medidas y compartirlas en alianzas feministas con el resto de Europa.

El reto de reducir las desigualdades de género no está desconectado de los objetivos que todas las sociedades tenemos ahora que es lo que el feminismo lleva mucho rato diciendo: construir sociedades igualitarias, más democráticas y donde los derechos estén garantizados para todes.

Una sociedad feminista no será mejor sólo para las mujeres, sino para todos y todas.

Sobre Latinoamérica

Yo soy optimista en las opciones de progreso que plantean que las sociedades deben cuidarse una con otras.

El ejemplo de Argentina nos demuestra que sí se pueden construir alternativas y formas de organización social que no dejen a nadie atrás.

Sobre gobernar

No se nos puede olvidar nunca de dónde se viene y que le da sentido al hecho de gobernar.

Hay millones de personas que se ven afectadas por decisiones políticas, por eso hay que velar siempre que estas beneficien a la mayoría social especialmente la gente más vulnerable que no tiene más herramientas que las instituciones para hacer valer sus derechos.

Sobre PODEMOS

Creo firmemente que la sociedad civil tiene mucho poder y las grandes transformaciones sociales en sentido democrático no se pueden hacer en un país sin una sociedad civil que está organizada, empujando y defendiendo esos cambios. Pero desde el gobierno también se cambian cosas.

Podemos nació con la voluntad de gobernar y de llegar a un espacio de poder que pudiera permitir cambiar muchas cosas.

La posibilidad de gobernar es la esencia con la que Podemos nació. Y a pesar de los momentos difíciles en estos cinco años, llevamos la mochila cargada si bien de errores también de aprendizajes de dolores y alegrías. Pero nuestra esencia sigue siendo la misma.

Sobre economía

Hemos escuchado decir a dirigentes políticos que lo importante es la economía como si la economía y la vida sean cosas diferentes.

La economía es una forma de organización de recursos finitos y tiene que estar al servicio de la vida.

Sobre la crisis y el debate político

En una situación como la actual, nuestra responsabilidad como gobierno es la de no de entrar a polemizar y enfocarnos en los objetivos que ahora mismo son inmediatos.

Siempre hay cosas que se pueden hacer mejor, pero creo que ahora sólo tienen sentido aquellas críticas o comentarios que van acompañados de algo constructivo o de alguna alternativa.

Sobre la clase trabajadora

Este es el momento de poner en valor empleos como los de cajera, trabajadora del hogar, reponedor en supermercados, etc., que generalmente están muy denostados y se nota en sus salarios que son bastante bajos en comparación con otras profesiones.

Mis adversarios políticos me han atacado por haber trabajado de cajera. No se explican cómo llegué a ser ministra. Yo creo que con esos trabajos conoces a tu país y aprendes muchas cosas que son valores para la vida como cumplir horarios, sacrificar ocasiones especiales, etc. Así que el aprendizaje adquirido de los ciudadanos de a pie es muy útil es de posiciones de gobierno.

Sobre juventud, educación y militancia

La pasión por aprender se educa desde pequeños en la familia y en el colegio. Estudié en un cole que surge en los años 70, una cooperativa de padres y madres que decidieron que la educación debía ser integral, de valores, basada en saberes por el respeto al conocimiento como fuente de equidad no sólo de excelencia.

Tenía muchos amigos que ya militaban, así que para mi hacerlo era una decisión muy familiar y apegada a mi contexto.

El Partido Comunista era uno de los pocos con presencia a nivel juvenil en todo el Estado.

Militar era una oportunidad de pasar más tiempo con mis amigos y una fuente de aprendizaje para descubrir más en la práctica todo un mundo de cómo poder organizarse colectivamente para conseguir objetivos que permiten mejorar la sociedad.

Durante los atentados del 11 de septiembre 2001 en mi colegio paralizamos clases y salimos a recitar poemas y a reflexionar sobre lo que había ocurrido.

Para mi la militancia es una fuente inagotable de aprendizajes. Recomiendo a todos los jóvenes que ya sea en una organización juvenil, estudiantil, por el derecho a la vivienda, donde sea pero que militen porque organizados se aprenden muchas cosas y la vida adquiere más sentido.

Para mi la cultura es una necesidad fundamental. Sin cultura no existe civilización, ni formas de vivir en común. Ahora lo sentimos. No hay quien se pase 24 horas sin ver una serie, leer un libro, escuchar música, etc.

Sobre su vida en Chile

Me dio la oportunidad de entender otras formas de hacer política, de diferentes luchas y movilizaciones que entre 2006 y 2009 fueron muy poderosas.

Ver el alcance de organización de las universidades, la potencia de las federaciones de estudiantes, la capacidad de movilización que era muy diferente a la de España, vaya que aprendí mucho.

Más sobre Irene Montero

Siempre ha sido bastante estudiosa. Le importaban mucho las clases y cumplir con los deberes. Dice que nunca se perdió una, salvo cuando empezó a militar a los quince años y faltaba cuando había una huelga o protesta porque entendía que era su responsabilidad.

Se considera de espíritu solidario y se siente suertuda de contar con buenos amigos y amigas a lo largo de su vida, especialmente desde que empezó a militar.

Dudó entre  estudiar psicología, derecho o ciencias políticas.

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