"Yo coroné la cumbre del Huayna Potosí a los 50 años"
"Para nosotras es una felicidad que todo el mundo conozca nuestra identidad de mujeres de pollera y de mujeres aymaras"
"El nuevo desafío es escalar el Everest"
https://soundcloud.com/radiolapizarra/pgm-31-07-21-bajar-la-guardia
La infancia de una niña aymara
Soy de la ciudad del Alto, a 4200 metros sobre el nivel del mar. De niña era muy traviesa e inquieta, siempre me gustaron las cosas imposibles. Tuve una infancia sufrida porque mi papi murió cuando tenía 4 años, eramos 6 hermanos y desde muy niños tuvimos que trabajar, yo ayudaba a mi mami que vendía comida en una feria..
En el colegio había mucha discriminación y no nos permitían ir vestidas de pollera, tenía que ponerme el pantalón y el guardapolvo. Me casé a los 15 años porque no quería ser una carga para mi mamá.
El primer contacto con la montaña
Sigo viviendo en El Alto, a una hora del Huayna Potosí. Mi esposo es escalador de alta montaña, siempre tuve ganas de escalar y me preguntaba, ¿por qué él sí y yo no?. Un día le propuse ir a cocinar para los turistas y poder conocer la montaña, insistí varias veces hasta que aceptó. Al principio tuve la preocupación de que no les gustara la comida que yo preparaba, pero me animé y los conquisté con mis platos tradicionales. Estuve 15 años como cocinera de alta montaña, llegaba hasta los 5200 metros de altura y ahí tenía que quedarme a cocinar, ellos subían hasta los 6088 metros.
El nacimiento de las Cholitas Escaladoras.
Conversé con mi esposo y le dije que después de tantos años como cocinera, quería llegar a lo más alto y hacer cumbre, después hablé con mis compañeras, cocineras y porteadoras. y les dije: “chicas, ¿no quieren ir a la cima?”. Al principio dudaron, querían pedir permiso a los esposos, varias no aceptaron pero cuatro nos animamos: Cecilia, Domitila, Rufina y yo.
Un 17 de diciembre de 2015, nos encontramos en el campo base del Huayna Potosí, fui hablando con los compañeros que bajaban para que traigan a sus esposas y a las 4 de la tarde fuimos 11 cholitas. En esa primera subida nos acompañó un camarógrafo que filmó nuestra subida. Al principio fue difícil porque no sabíamos ponernos los grampones ni las botas, lo más complicado fue ponernos el arnés con las polleras. No podíamos perder nuestra identidad de escalar con las polleras, así empezamos a subir y llegamos a una parte que es muy pendiente, los guías y nuestros esposos nos daban indicaciones y fuimos subiendo, ese día las once cholitas hicimos cumbre por primera vez, llegamos a los 6088 metros.
https://www.youtube.com/watch?v=CAbAAI499sY
Las repercusiones en Bolivia y en el mundo profesional del alpinismo
Estamos orgullosas porque hemos roto varias barreras. El documental que nos grabaron se conoció primero en el mundo y después en Bolivia. En ese momento nos pusimos el nombre de “Cholitas Escaladoras de Bolivia”. Ya filmamos una película que se llama Cholitas, se estrenó en Bilbao, ganó un premio y estuvimos presentes en el estreno. Para nosotras es una felicidad que todo el mundo conozca nuestra identidad de mujeres de pollera, nuestra identidad de aymaras. Las aymaras somos muy luchadoras, no le tememos a nada y siempre vamos adelante.
Al principio no fuimos muy aceptadas por los varones porque estaban celosos de nuestra fama pero ahora nos ven como iguales. Las mujeres debemos tratar de cumplir nuestros sueños, para eso no hay límites. Yo coroné la cumbre del Huayna Potosí a los 50 años. El nuevo desafío es escalar el Everest.
Tiki taka
¿Qué país te gustaría conocer?: Estados Unidos e Italia
Una comida favorita boliviana: El lechón
Un superpoder: Volar como Súperman
¿Una profesión?: Ser guía profesional de altura
Wiphala: Representa a toda nuestra Bolivia.
Tu hija: Que como mujer joven, siga siempre adelante
¿Sufriste el Golpe de Estado? No solo yo, sufrió todo el país. Las mujeres de pollera lo hemos pasado muy mal
Una palabra en La Pizarra: Querer, poder