Estos son algunos datos que confirman que hay otro mundo más allá de Occidente, y que no estamos mirando hacia él. Los mencionados paÃses están en fase de expansión y crecimiento, y presentan una ventaja fundamental: son economÃas aún por desarrollar y, por tanto, es más fácil encontrar una relación de complementariedad más simétrica en materia productiva, comercial y financiera con ellas. Representan potenciales aliados económicos con mayores similitudes en tamaño y desarrollo, lo que permite diseñar hojas de ruta especÃficas para que ambas partes puedan salir ganando, o sea, sobre una base de intercambio menos desigual, sin tanta dominancia ni supremacÃa de uno sobre otro.
El nuevo paradigma ganar-ganar en las relaciones económicas internacionales para Latinoamérica reside en este otro universo naciente por explorar, sin que ello signifique que se abandone el relacionamiento con los BRICS ni con el resto de  economÃas centrales.