• Antecedente
Jair “Messías” Bolsonaro no siempre fue evangélico. Hace apenas 2 años el flamante presidente electo de Brasil dejó el catolicismo para bautizarse en la Iglesia Universal del Reino de Dios, muy conocida en el mundo por el programa televisivo “Pare de sufrir”, que se emite en 172 países, según los datos de la propia organización. Fue en mayo del 2016 cuando Bolsonaro se convierte al evangelismo y recibe el nombre de “Messías” en una ceremonia celebrada en el rio Jordán, en el Estado de Israel, siendo su iniciador el pastor y líder del Partido Social Cristiano de Brasil, Everaldo Días Pereira. En esta entrega de “Bajo la tiza” propusimos una mirada a la Iglesia Universal del Reino de Dios -la secta más representativa de las llamadas “iglesias neopentecostales” de Brasil- cuya participación en la campaña electoral fue determinante en el triunfo del candidato ultraconservador. Concluye la investigación que Bolsonaro fue el personaje elegido por la poderosa iglesia evangélica brasileña, que alberga a más de 40 millones de fieles (30% de la población) distribuidos en sectas, para llegar al Palacio de Planalto.
• Hitos de la campaña electoral
La investigación realizada identifica dos hitos en la campaña electoral de Jair Bolsonaro que lo catapultan en las cifras de apoyo. Dos fechas donde la atención mediática se centra exclusivamente en el candidato del modesto partido Social Liberal, mismo que, al tener un solo diputado, contaba apenas con 8 segundos de derecho a publicidad. El primer momento clave se registra el 6 de septiembre del año en curso, día en que el candidato ultraderechista fue atacado con un cuchillo en un mitin político celebrado en el Estado de Minas Gerais. Las imágenes se hicieron virales y mostraron el momento exacto en que un hombre se hacía espacio entre la multitud para “acuchillar” a Bolsonaro en el abdomen. El país entero se paralizó para comentar el suceso, esto mientras en las iglesias evangélicas se activó una consigna: rezar por el “nuevo mesías” que salvaría a Brasil de la inmoralidad. Lo curioso del video que el mundo entero observó es que la herida producida por el impacto del puñal no manchó de sangre el atuendo (blanco) que lucía el candidato. Otra situación que contribuyó a poner en tela de duda la veracidad del atentado fueron las declaraciones de Flavio Bolsonaro, hijo del aspirante presidencial, que evidenciaron relatos contradictorios sobre el estado de salud de su padre.
Donde hubo mucha más claridad fue en las cifras. Encuestas consultadas revelan que hasta antes del ataque Jair Bolsonaro contaba con el 18% en la intención de voto, y que luego del incidente sus números despuntaron de una forma notable. El Instituto IBOPE arrojó que Bolsonaro subió 4 puntos porcentuales a partir del 6 de septiembre; es decir, pasó del 22% al 26%, y que el rechazo generado por su candidatura entre los electores cayó 3 puntos, esto es del 44% al 41% en solo una semana. El proselitismo político en las asambleas religiosas fue una variable que influyó en el posicionamiento de Bolsonaro, quien permaneció 23 días hospitalizado y siendo el foco de atención de los medios más importantes del país.
Un dato que confirma el protagonismo de la Iglesia Universal del Reino de Dios en la campaña de Bolsonaro fue la entrevista realizada al candidato el 4 de octubre en el canal propiedad de Edir Macedo, TV Record. Aquel día Bolsonaro se había excusado de participar en el debate presidencial organizado por la Red O Globo alegando “impedimento médico”. El poder de penetración de Bolsonaro en los territorios donde su partido político no pudo llegar fue solventado por la maquinaria mediática de Macedo.
El segundo hito se produjo un día después de la multitudinaria marcha de mujeres contra Bolsonaro llevada a cabo el día 29 de septiembre del año en curso. La convocatoria, bautizada con el nombre “Ele Ñao”, reunió a cientos de miles de personas en las principales ciudades del país, tras lo cual Bolsonaro mantiene un encuentro privado con Edir Macedo para solicitarle apoyo. El 30 de septiembre el magnate vangélico hace público su respaldo en una transmisión vía Facebook y anuncia a Bolsonaro como el hombre elegido por Dios. A partir de ese día, los pastores de las principales iglesias pentecostales de Brasil -se calculan 7000 templos- transformaron las liturgias en oraciones de odio al PT, partido señalado como enemigo de la familia y de los valores cristianos. Encuestas revisadas en la investigación señalan que desde la incorporación de las consignas políticas en las liturgias religiosas el rechazo a Haddad aumentó más de un 10% en los primeros cuatro días de octubre.
• Conclusión del informe
La Iglesia Universal del Reino de Dios es un imperio gigantesco que surgió en los años 90 de la máquina de transformar la fe ajena en dinero. Su líder y fundador, Edir Macedo, ostenta una fortuna que, según Forbes, asciende a 1,1 mil millones de dólares, aunque el origen de su dinero no ha estado exento de señalamientos por extorsión, lavado de activos y asociación ilícita. La Pizarra concluye que Macedo es el poder tras el poder en Brasil y que detrás del triunfo de Bolsonaro hubo una estrategia cuidadosamente concebida y aplicada por las sectas neopentecostales para llegar a Planalto. El gigante suramericano está por vivir una etapa sui generis en su democracia con la irrupción de un nuevo actor, la iglesia evangélica, que hallegado a conquistar el poder religioso, mediático y ahora el político, al más alto nivel.